Cómo administrar tu dinero y hacer gastos inteligentes

En un mundo tan competitivo y consumista como el que vivimos hoy en día, sentimos que el dinero se nos escapa del bolsillo y es que cuando intentamos contarlos, nos damos cuenta que ya no lo tenemos en las manos.

Triste realidad eh, en especial, cuando los gastos se hacen a la ligera sin tomar en cuenta muchos factores que yo te voy a señalar para que analices cómo inviertes tu dinero, pero antes te hablaré del desorden.

En este desorden transcurren los gastos no calculados ni planificados y se derivan de las pequeñas cosas que compramos a diario, a estos se les llama gastos hormiga, por lo que se suele decir que el salario no alcanza.

“Es un problema no anotar las deudas, las deudas fijas, los imprevistos y poner un tope de gastos mensuales para asumir con responsabilidad hacia donde se van los ingresos percibidos”.

Cuando tienes todas las deudas en la cabeza, todo es un verdadero desorden financiero y estás fuera del control de tus propias finanzas, esto implica que no te estás haciendo muy consciente de lo que haces con tus ganancias.

Es por esto que siempre estás en un mismo lugar sin tener un norte sobre lo que vas a comprar con lo que ganas. Solo aquellos que sí saben qué hacer con su dinero, apartan una porción que no comprometen para nada, ya sea, para el carro de sus sueños, el apartamento, la laptop o el celular.

Ya que te estás haciendo una idea de todo lo que implica un desorden financiero, ahora que ya lo sabes, todo empieza a tener sentido cuando se fugan todos los ingresos percibidos al hacer mal uso de estos.

Ahora bien, dentro de los factores están cuando gastas más de lo que ganas, le abres las puertas a las deudas y esto muchas veces se hace utilizando la tarjeta de crédito de forma no inteligente (si la tienes), es decir, sin tener un propósito único para el cual usarla, por ejemplo en un caso de emergencia (si se fue el gas o se acabó la compra de la casa).

Para usar la tarjeta de crédito de forma inteligente se debe usar para un propósito definido basado en un presupuesto previamente elaborado que te permita saldar sin pasarte del tiempo de corte para que no te cobren mora.

Sea que tengas o no una tarjeta de crédito en ambos casos se lleva la misma rutina del desperdicio, es como estar tirando los ingresos por los aires y que el viento se los lleve, es algo así como trabajar para el inglés (saben a qué me refiero).

Si fijas los límites claros (sé que es tentador, pero cuando le damos un mandato a la mente, ella cumple) de cuanto dispones en tu tarjeta de crédito, en caso de que la tengas, y decides lo que harás con ese presupuesto como pagar la casa, la luz, el agua, u otros imprevistos, te irá mejor.

Lo ideal es, Llevar tu presupuesto mensual para definir en él tus ingresos y gastos fijos (pago de la casa, internet, luz, agua, comida, entre otros), de esta manera podrás saber cuánto tienes a disposición y lo que estás gastando demás.

Otro factor es endeudar el dinero antes de tenerlo, como sabes que percibirás x ingresos, se suele hacer deudas en base al dinero que se obtendrá, no se tiene en las manos pero ya los has comprometido casi en más del 50 por ciento.

Esto lleva a la persona a un circulo vicioso que lo enreda entre pagar la deuda asumida ya sea en plazos y el dolor de cabeza de pagar las deudas fijas, puede suceder que tengas que aplazar los pagos para más adelante cuando se vuelva a recibir capital, que ya estás comprometiendo nuevamente sin recibirlos.

Cuando ordenas tus finanzas primero, empezarás a salir de esas deudas vacías, no comprometerás tu dinero a destiempo, lo que te permitirá destinar las porciones a cada lugar y pago correspondiente.

Ordenar tus finanzas implica mucho, como apartar los pagos a gastos fijos, ahorros, gastos de emergencias, los gustitos, la ropa y ese ahorro para las cosas que te harán crecer y por los cuales el fin de ese trabajo te ayuda a conseguir, por lo que es importante anotar todo por quincenas.

Ya con todo esto bien claro, podrás administrar tu dinero adecuadamente y hacer gastos inteligentes. Y por si fuera poco siéntete libre de deudas.

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